De un tiempo a esta parte, los museos se vienen adaptando a un nuevo paradigma que los entiende como centros culturales vivos y sitios de encuentro de la comunidad, en oposición a un ya anticuado museo elitista y de puertas cerradas. Dichos espacios buscan redimensionarse dejando de ser templos sagrados para devenir foros de múltiples voces y debates. Es así que muchas propuestas actuales han conseguido impulsar nuevas actitudes y comportamientos respecto al museo y la comunidad. Y si la preservación y problematización del patrimonio es una empresa urgente y de preocupación constante, su difusión y concientización comunitaria alcanzan en estos momentos las mayores atenciones y dedicaciones de profesionales, instituciones y proyectos.
Autor: Celeste Belenguer
Docente e investigadora en artes. Fan de museos que se alejan de lo que usualmente llamamos "museo", mascotera full time y acopiadora compulsiva de plantas y frutales