Revolucionario, innovador, un adelantado a su época. En la obra de Astor Piazzolla se conjugan el jazz, arreglos clásicos y la música popular Argentina, el tango. A poco de cumplirse el centenario de su nacimiento, el IUPA lanzó la Cátedra Libre Astor Piazzolla (CLAP), una propuesta novedosa, completamente virtual y abierta a músicos de todo el país y del mundo.
Padre de una estética musical personal, de una nueva estética del tango, que fue y es, sin lugar a dudas, influencia de las generaciones más jóvenes del género, y de la música popular toda. Este artista se convierte en un punto de encuentro de distintas tradiciones y se transforma, a través de la experimentación y exploración de distintas culturas musicales, en faro para las nuevas camadas de músicos, sin perder la esencia de ser un generador de música argentina.
Cuentan sus organizadores que el formato de cátedra libre permite el estudio minucioso de la obra del Maestro Piazzolla, hecho que en la realidad de las cátedras de las carreras de grado del IUPA no se realiza con tal profundidad, por el devenir propio de las cursadas, que se ajustan a los distintos planes de estudio.
La Cátedra Astor Piazzolla abre el juego, expandiendo los límites institucionales y busca constituirse en un espacio en el que converjan músicos con distintas experiencias. Está dirigida a músicos profesionales o amateurs que estén interesados en la obra del músico, en ser parte del ensamble e instruirse en conceptos de rítmica, contrapunto, armonía, orquestación, etc., tomando como eje principal el extraordinario trabajo de Astor Piazzolla.
Conversamos con Leonardo Álvarez, director general, y Nicolás Guerscheberg, director académico de la Cátedra Libre. Ambos nos cuentan sobre el proceso de creación del proyecto de la cátedra, que comenzó a gestarse en el año 2017.
“Fueron muchos años de trabajo. Primero armando la propuesta y, durante el 2017 y 2018 estuvimos esperando que el proyecto se apruebe y en el 2019 y primera etapa del 2020, ya con el proyecto aprobado y definido, comenzó el trabajo fuerte de recolección de materiales, de bibliografía y de contactos. Todo vinculado a la gran obra de Piazzolla. Nosotros, con Nicolás y el Pipi Piazzolla, nos encargamos de generar el contenido académico propio, que tiene que ver con la experiencia musical de cada uno.”, cuenta Leonardo.
Para dimensionar la génesis de este proyecto, es importante entender la importancia que tiene la música popular en un contexto institucional y universitario. Que haya una cátedra dedicada a Piazzolla tiene que ver con la unión entre lo popular y lo académico, y la obra de Astor es un gran ejemplo, porque reúne todo eso.
En cuanto al estreno de la cátedra, hace casi un mes, en el contexto pandémico, nos cuenta Nicolás que fue muy importante adaptarse y aprovechar las posibilidades que la tecnología brinda, porque incorporar la virtualidad en el proceso de la Cátedra, ayudó a que mucha gente de otros países pudiera conectarse y participar de esta propuesta.
“Hace unos días tuvimos un conversatorio con todos los participantes de la cátedra, y fue muy importante para conocer el balance del primer mes de la cátedra. La realidad es que el trabajo virtual no deja de ser un trabajo bastante solitario y este espacio fue muy lindo, en el sentido de encontrarse y ver cómo venía cada uno de los participantes y docentes.” cuenta Nicolás.
“La obra de Astor es muy basta y abordarla requiere de muchísimo tiempo y trabajo. Todavía hay mucho para hacer y seguramente, cuando volvamos a lo presencial, podamos reacomodar cosas y mirar todo desde un nuevo lugar. Ahora estamos en el momento de administrar toda la información y adecuarla a este momento, pero estamos muy contentos”, resume Leonardo.
Tan importante es el detalle de adaptarse a la situación de estar en casa, que los participantes de la Cátedra Libre interpretaron Libertango, de nuestro maestro en cuestión, desde sus hogares.
Ambos directores coinciden en el aspecto inspiracional y motivacional que tiene la obra de Piazzolla, más allá de una cuestión técnica musical.
“Es interesante pensar en el legado Piazzolla desde la curiosidad. Astor era un hombre que estaba siempre muy actualizado con todo lo que pasaba a su alrededor. Le gustaba la pintura, la poesía, la danza. Era muy inquieto. Eso es un aspecto transversal y es clave”, cuenta Nicolás, muy acertadamente.
Nos quedamos con ese Astor rupturista, curioso e inquieto para que sirva de ejemplo para todas las disciplinas artísticas y, por qué no, no artísticas también.
Podés obtener más info de la Cátedra Libre acá: https://clap.iupa.edu.ar/