Sobre Árida
En algún árido sur nace un río que llega al mar. Rodeando pueblos y ciudades, que son testigos de su pasar, el río avanza surcando al tiempo. Porque el tiempo pasa y el río, con su danza y su música, es el mismo. A su alrededor, un valle de colores acompaña las pinceladas de otoños primaverales y veranos con viento sur. La danza y la música del río, las pinceladas sobre el valle y la letanía del viento sur se hacen uno en el gran escenario patagónico que, visto así, de árido no tiene nada. O, quizás, lo tiene todo.
El intermediario
Hacerse la rata
ESPECIALES
ASTOR PIAZZOLLA
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