Gastón Fuornier nació en Cipolletti, pero se considera roquense. Vivió nueve años en Neuquén, nueve año
en Roca y nueve en Rosario. Después, se dedicó a viajar por el mundo y ya lleva visitados cuarenta y siete países. Es psicólogo, viajero y saca fotos. Sobre esto último, aunque ya expone en Paris junto a una exclusiva selección de fotógrafas y fotógrafos y tiene libros publicados, le cuesta reconocerse como
fotógrafo. Desde Barcelona, Gastón nos cuenta cómo vienen su años nómades.
Gastón Fournier
Psicólogo y fotógrafo de la Patagonia. Hace casi tres años que está en viaje, retratando a la gente y su cultura y tomando mates en más de 46 países. Cree que la fotografía es un poderoso medio para conectar con las personas y un gran agente de cambio e intervención social.
¿Con qué empezaste primero, Con los viajes o la fotografía?
Obviamente con los viajes. A los dieciocho años agarré la mochila y me fui solo a dedo por la cordillera, hasta Esquel. Acampando, me fui con unos libros y ahí le agarré el gustito y no paré más. Después me fui a estudiar a Rosario y siempre que podía me iba. Me iba tres meses, al norte, a Bolivia, a Perú. Después hice casi todo Latinoamérica: desde Cuba, Honduras, Guatemala, México, El Salvador, Nicaragua, Colombia, Brasil, Chile. A veces trabajando con alguna institución o voluntariado. Los viajes empezaron de muy joven y la fotografía empezó hace muy poquito. Yo todavía no me considero fotógrafo aunque estoy haciendo eso. Mi único ingreso ahora viajando ha sido la venta de fotos ¡Estoy vendiendo fotos! Eso tampoco lo puedo creer. Pero todavía me cuesta llamarme fotógrafo, a lo sumo soy un psicólogo que hago fotografías al viajar. Todavía no lo siento tan profesionalizado.
Hace dos años me compré mi primer cámara en Nairobi, la capital de Kenia. Conocí a un fotógrafo increíble de Colombia, super profesional y humilde. Su trabajo me voló la cabeza (https://www.camilodiaz.com.co/). Yo estaba en un proceso muy personal. Estaba muy impactado con todo lo que estaba viviendo en todos los piases que estaba recorriendo: todas mis vivencias, todos mis aprendizajes, toda la gente increíble que iba conociendo quedaban en mí pero no las registraba de ninguna manera. Si bien a veces escribo, por ejemplo, cuando estuve en Palestina, estuve con una familia. Ahí necesitaba escribir porque la situación era algo que no podía creer. Pero en la fotografía encuentro una manera de registrar mis aprendizajes y vivencias de una manera diferente. El colombiano enseguida me ayudó a usar una cámara en modo manual y ahí mismo me compre una Canon Réflex barata y salí.
Lo más contradictorio, es que yo nunca saqué fotos. En todos mis viajes odiaba sacar fotos y no me gustaba que la gente saque fotos, pensaba que se estaban perdiendo el viaje. Pero bueno ahora, poco a poco, le encontré la vuelta.
¿Qué tipo de fotografía hacés?
Es una fotografía documental, ya que la hago a lo largo de mis viajes justamente para registrar las distintas culturas. Más que nada, a mi me encanta y puedo estar horas y horas viendo retratos de otros artistas. A mi los retratos, las caras de las personas, los ojos, las miradas me transmiten algo que puedo estar tres horas viendo. Entonces mi fotografía se basa en eso.
Cuando estoy en un país instalado, trabajando, juntando dinero para seguir viajando, la fotografía merma un poco y armo algún proyecto futuro. Por eso es cuando viajo que está el punto mas álgido de mi fotografía.
¿Cómo es tu estilo de vida?
Mi estilo de vida desde que deje Argentina, hace casi tres años, es prácticamente estar en movimiento y viajando. A veces paro en algún país a trabajar de algo mas estable, como en un restaurante de camarero o en un hotel, para juntar un poco de dinero y poder seguir viajando después todo lo que pueda. El último viaje fueron nueve meses en India y en Indonesia, en donde me agarró la pandemia.
Mi vida es viajar. Ir de un país a otro, tratando de registrar un poco cada cultura.
¿Cómo es la relación que encontrás entre la psicología y la fotografía?
El nexo entre la fotografía y la psicología fue un descubrimiento espectacular para mí. Siento que se han complementado de una manera increíble. La fotografía me dio una herramienta de lazo con la gente y su cultura. Una cámara es un medio de transformación social, de denuncia, de protesta y principalmente de encuentro con la gente. Ellos me conocen a mi y yo los conozco a ellos, porque antes o después de cada foto hay una charla, una conexión aunque no hablemos el mismo idioma. Primero está lo humano, luego la cámara y la acción fotográfica.
Ahora saqué un libro sobre los tres meses que estuve en India. Mandaba un proyecto a distintas organizaciones de la India, me juntaba, tenía entrevistas y si ellos me daban el visto bueno, yo registraba todo su trabajo. Esto era en zonas rurales, en instituciones, grupos de mujeres, clínicas, escuelas rurales. Registraba el trabajo y a la gente que trabajaba. En cada retrato contaba una historia. A mi siempre me gustó trabajar desde la psicología que no solo es un consultorio entre cuatro paredes atendiendo una persona, si no el psicólogo o la psicóloga que está en un institución accionando. Eso para mí tiene un factor de cambio social. Entonces esa óptica, de la psicología o la psicología social con la fotografía o la fotografía social, es un complemento único y más a mí que me gusta viajar. Psicología, fotografía y viajes, un combo espectacular y es lo que me está llenando y me hace sentir tan conforme con este estilo de vida.
¿Qué es Atlas of Humanity y cómo llega tu foto ahí?
Atlas of Humanity es un grupo de curadores de arte y fotografía que realizan distintas exhibiciones en varias ciudades de todo el mundo. A mí me convocaron para la exposición de París, que era en noviembre pero se pasó para Mayo del 2021. Para este evento se seleccionan cincuenta fotógrafos de todo el mundo. Fue algo que no podía creer, porque yo empecé hace poco y estar entre los cincuenta seleccionados es un regalo increíble. Además, es justamente una selección de retratos que es lo que más me gusta: retratos de la cultura y de la humanidad, de un montón de comunidades autóctonas originarias que están desapareciendo. Tratar de preservar la cultura es algo que me emociona e impresiona mucho. Estar en contacto y poder conocer a estos fotógrafos y fotógrafas tan conocidas en ese rubro, es una gran alegría.
La foto que seleccionaron es un retrato de Sri en su boda, una chica que es la sobrina de la familia con la que viví en Bali, Indonesia. Yo estuve seis meses viviendo con la familia. Íbamos al templo, a caminar a la montaña, al mar. Fuimos al casamiento que duró cuatro días y ellos me pidieron que lleve la cámara. El último día del casamiento le saqué unas fotos a ella, y la foto elegida es una que está con toda la vestimenta típica de los casamientos, toda muy vistosa con colores dorados y demás.
Gastón ganó dos menciones en IPA (International Photgraphy Awards) . Una en la categoría Eventos: Tradición y cultura y otra en Personas: Retratos.
A la hora de elegir las preferidas entre sus foto, Gastón elige las de África porque fueron sus primeras y, además, son las que lo ayudaron a ir venciendo esta sensación de que cuando uno saca una foto molesta. En este punto afirma que en algunos países las personas se siente honradas de que alguien les tome una foto. Incluso, muchas nunca se había visto en una fotografía o ni siquiera habían sido retratadas. También elige las de India. Se nota en sus palabras la fascinación por ese país al que define como intenso. Hace referencia a la gente, a las expresiones, las miradas y la cultura como algo único. A pesar de que ya había recorrido más de 40 países, India lo impresionó.
Llegó a India con un proyecto en la cabeza y lo concretó. De esta aventura salió un libro que Gastón, a pesar de ser sumamente autoexigente, se muestra feliz.
¿En qué momento de tu vida estás?
Físicamente estoy en Barcelona. Llegué después de estar nueve meses en India y en Indonesia y para entrar a Europa tuve que hacer un rodeo, pasar por Turquía y Croacia. Y ahora estoy tratando de pedir la visa de Alemania. Mucha gente me dice que viajo porque tengo doble ciudadanía y no, tengo un solo pasaporte que quiero mucho y es el argentino y nada más. Siempre viendo como hacer o con qué visa me permiten trabajar y demás. Así que estoy en un stand by ahora porque bueno, estoy con visa de turista y el trabajo no es mucho, el dinero tampoco, pero tengo muchos amigos y amigas que me dan una mano.
Días después de hablar, Gastón decidió irse unos meses a Marruecos. La negativa de la visa alemana y luego la sueca, hace que tenga que salir tres meses de Europa porque se le vence la visa de turista. Así de cambiante e impredecible se vuelve por momentos su vida.
Estoy muy contento con lo que estoy haciendo, básicamente porque como hablábamos, puedo mechar y conectar la psicología que es algo que me encanta y que estudié, con la fotografía que tiene una beta artística y que yo había dejado un poco de lado y con los viajes. Psicología, fotografía y viajes: un complemento ideal y la verdad es que estoy super contento de haber encontrado esto y quiero seguir viajando un par de años más. Hace casi tres años que no vuelvo a Argentina, algún día quiero volver, laburar de psicólogo, psicólogo fotógrafo, no sé, lo que sea. Pero por ahora siento que me queda mucho mundo por recorrer. Siempre estoy viendo a dónde puedo ir. Si alguna vez se me mete en la cabeza algún país, no se me saca. Averiguo que se necesita y me mando. En esa estoy.
Gastón tiene en su brazo tatuado un planisferio en el que va pintando los piases que visita. También pega en su termo de mate las banderas de estos países. Hasta ahora conoce cuatro continentes, le falta Oceanía que de hecho tenía la visa aprobada para Australia pero la pandemia provocó el cierre de fronteras y Oceanía queda como deuda pendiente.
Conoció casi toda Latinoamérica, varios países de África como Egipto, Kenia, Uganda, Tanzania y Ruanda. Muchos países de Europa y últimamente estuvo por India e Indonesia
¿Cuáles son tus próximos proyectos?
Estuve en Palestina y la verdad que fue muy fuerte ese viaje. Muy fuerte y muy triste. Ahí yo no tenía la cámara y la verdad es que me hubiera gustado registrar la situación aunque sé que es difícil. Me interesa mucho también la cultura árabe, quiero conocer más. Me interesaría registrar mas la vida en el mundo árabe y en medio oriente y esos son los planes. También contactar gente de medio oriente que esté viviendo en Europa para retratarlos, que me cuenten de su vida y formen parte de este conjunto de voces que quiero aunar.
Gastón naturaliza todo: viajar veinticuatro horas parado en un tren en India, una apedreada de niños en medio oriente o una navidad en Uganda, siendo el único blanco que bailaba en un bar. Se lo nota tranquilo, con la templanza necesaria para transitar sus años nómades. Ese movimiento como lo lleva de país en país, lo lleva de la psicología a la fotografía ida y vuelta. En realidad todo convive con todo en todo momento, lo aprendido en cada país y lo aprendido y hechos desde su profesión y su afición.
Si bien le cuesta reconocerse como fotógrafo hay algunas cosas que lo hacen pensar en tomarse mas en serio la fotografía: tiene libros publicados, gana premios, expone y vende sus fotos en todo el mundo, en Argentina también y con un precio especial.
Es un gusto escuchar a Gastón, a una persona con tantas vivencias se la puede escuchar por horas. Sin embargo, hasta acá llegamos con las palabras y comenzamos el viaje, por lo menos desde sus fotos. Clickea en https://gastonfournier.com/ y date una vuelta por el mundo.