A mi me gusta contarlo así: en diciembre del 2019, cuando las nociones de pandemia, coronavirus y cuarentena no existían ni siquiera en nuestra imaginación, y en pleno traspaso presidencial, tuvimos la primera reunión de lo que hoy es Posmopolitan.
El 10 de diciembre a la tarde con la ciudad que ardía (en todos los sentidos de la palabra) nos juntamos en un bar escondido por Villa Crespo. Fue la instancia formal en donde íbamos a plasmar nuestras ideas.
El primer episodio de Posmopolitan tenía como fecha de grabación el 19 de marzo del 2020; por obvios motivos, y ya con demasiado conocimiento de lo que pasaba, tuvimos que suspender la grabación pensando que se iba a tratar de algo transitorio. Los días pasaban y veíamos que el contexto no nos iba a permitir en lo inmediato juntarnos a grabar. Decidimos aggionarnos a la situación y grabar nuestro primer episodio vía zoom y fue así como el 23 de abril nos lanzamos en las plataformas digitales.
Pero, ¿por qué un podscast? La noción de “podcast” nos resultaba interesante: una especie de columna radial que se podía escuchar en cualquier momento y por varias plataformas, donde el oyente podía elegir qué episodio escuchar en función de su interés y sin depender de un orden cronológico, donde los títulos tenían que ser “seductores” y la descripción de los episodios sintéticas y claras.
¿El principal problema? De qué hablar. Somos tres politólogos con intereses diversos pero veíamos una vacancia en cuestiones de coyuntura de las que queríamos debatir desde nuestra perspectiva. No dar certezas de nada porque si había algo en los que nos había formado la facultad, era en no tener la verdad de nada. Decidimos tratar los temas que a nosotros nos interesaban y que queríamos discutir. Si bien los episodios requieren una preparación previa y lineamientos generales, dejamos los debates para el vivo, para ser espontáneos y encontrarnos con discusiones del momento. Tratamos diversos temas que se fueron insertando en el contexto que queríamos abordar desde una perspectiva joven; fenómenos sociales pero con un anclaje en la actualidad. Los temas son abarcativos y muchas veces necesitamos de invitados para trabajarlos. De eso se trata nuestro podcast: de debate, de disonancias y de… ¿opinología?.
Detrás de nuestras voces está el trabajo fino de una productora que es quien tiene el trabajo más arduo: organizar y perseguirnos con los tiempos y un editor de sonido que se encarga de solucionar los problemas que trae consigo grabar cada uno desde nuestra casa. Posmopolitan es un equipo de cinco personas que tratan de poner la voz joven en muchos temas que se ubican por fuera de los medios tradicionales, como la radio, donde la era de las redes nos permite poner la palabra sin necesidad de costos adicionales.
Pueden escucharlo acá:
Voces: Alejandro Di Toto, Camila Rodríguez Nardi y Pedro Vuisso.
Productora: Camila Scher.
Edición: Federico Rosbaco.